(C&P) Resulta que en plena implosión de ventas, la marca de la estrella de las cinco puntas ha decidido gastarse parte de los 4.000 millones de dólares graciosamente prestados por el gobierno en financiar el product placement de sus coches en la cuarta película de Terminator, una decisión que lo mismo no es bien vista por todo el mundo. Sí, General Motors ya convirtió Transformers en una orgía publicitaria, pero eso fue antes de que sus cuentas terminaran de irse por el desagüe.
¿Malgasto de fondos o una buena oportunidad de promocionar sus vehículos en momentos difíciles? De entrada, el Wrangler del trailer queda mucho más natural que el Mustang desvergonzadamente introducido por Ford en Soy Leyenda. Si de repente aparece un Chrysler 300 con DUBs, lo mismo cambiamos de opinión.
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