Si «El curioso caso de Benjamin Button» gana el domingo el «Óscar» a los mejores efectos especiales, será en parte gracias a Ignacio Vargas y Víctor González y a su software «RealFlow», un programa desarrollado en «un desierto tecnológico» y sin ayudas por el que hoy han recogido el premio «Segundo de Chomón».
Su invento, que permite simular movimientos de fluidos, ha sido desarrollado con las únicas fuerzas de su empresa, Next Limit, y aún ahora, que pueden presumir de ser los segundos españoles que han recibido un «Óscar» técnico de la Academia de Cine de Hollywood, siguen «absolutamente solos», explica Vargas en declaraciones a Efe tras recibir por su creación el «Segundo Chomón» en la Academia de Cine española.
«Trabajamos, porque no queremos irnos de España, en un país que no tiene prácticamente tejido empresarial tecnológico» y con el único refuerzo de las ayudas a I+D del programa Profit, con las que recuperan el 20% de lo ya invertido, subraya Vargas.
Con el programa «RealFlow», que cuesta en torno a los 3.000 euros, se pueden simular prácticamente todo tipo de líquidos y con él Hollywood ha logrado los ríos de lava de «El señor de los anillos» o las escenas «pesqueras y acuáticas» de «El curioso caso de Benjamin Button», candidata a 15 estatuillas.
Ahora están trabajando, con el «RealFlow», en «Watchmen», «City of Ember» y «2012» pero las 30 personas de la «familia» Next Limit están también inmersas en ultimar el «XFlow», un simulador de fluidos de alta precisión para ingeniería.
Es precisamente en el desarrollo del «XFlow» con el que perciben la mayor «soledad», porque se trata de un «software de responsabilidad», esto es, un programa con el que se establece, por ejemplo, cuál es la resistencia de un coche al aire para el que necesitan una red institucional de apoyo.
«Si Next Limit no vende, todo nuestro desarrollo de ingeniería se irá al garete. Somos como polvo en el viento, y creemos que el Estado debería arriesgarse y crear de una vez tejido empresarial», añade.
Sobre el «Segundo Chomon», Vargas ha destacado lo «bonito» que es que cien años después de que éste inventara los movimientos de cámara, ellos puedan recibir su premio por el «RealFlow».
La Academia comunicó a Vargas y González que les habían concedido el premio cuando estaban en febrero del año pasado en Hollywood recogiendo su «Óscar», sin haber recibido «ni una peseta» del ministerio de Cultura para desplazarse a Los Ángeles porque «lo suyo» no estaba contenido en ningún epígrafe, mientras que a Javier Bardem, que entonces era «sólo» candidato, le habían dado una ayuda de 60.000 euros.
Vargas y González han explicado hoy al recoger su premio en la sede de la Academia que cuando lograron su «Óscar» llevaban diez años trabajando con la idea de «llevar la ciencia al arte y viceversa», que ahora son 30 y que «todo el mundo» disfruta «tanto» con lo que hace, que algunos de ellos no han querido abandonar su mesa para ir a recoger el premio.
Ya tienen más de 2.500 clientes, el 99,9 por ciento de fuera de España, para el «RealFlow», pero también son muchos los que demandan otra de sus creaciones, el Maxwell Render, un simulador de luz que han utilizado en Hollywood para fingir la claridad que entra en la estación de tren de «El curioso caso de Benjamin Button».