Recientemente he descubierto que el presidente de los Estados Unidos es un ‘freak’ como nosotros: le gustan las series de ciencia ficción. Ya me quedé sorprendido al ver que siguió la ceremonia de los Oscars en directo y fue llamando a varios directores para darle su enhorabuena, pero esto me ha dejado helado.
Recientemente ha terminado una de las series mejor realizadas para la TV, Battlestar Galactica. Un remake que ha dado mucho que hablar, e incluso algunos actores fueron a la ONU a dar una charla sobre derechos humanos, tema que se trata bastante en gran parte de la serie.
Según The Onion, Obama está deprimido y distante desde el final de BSG.
Informaciones que llegan directamente desde la Casa Blanca, el presidente Barack Obama ha estado inusualmente distante desde el final de 2 horas que SciFi dió sobre la serie Battlestar Galactica.
«Parece que está en otro mundo» dijo un oficial de alto rango que prefiere mantenerse en el anonimato. «Ayer, mientras estábamos haciendo un briefing sobre cosas de Iran e Irak, Obama levantó la cabeza de la mesa y espetó ‘¿Y ahora que veo yo los viernes a las 10 de la noche? ¿Numb3rs?'»
«No le había visto así desde el episodio en que Adama descubre que la Tierra es una enorme masa inhabitable,» continuó el oficial «o eso me dijo, yo es que no sigo la serie».
Desde el final de la serie, Obama ha pasado de firmar presupuestos y de su familia, y se niega a hacer bien su trabajo diario.
Como información adicional, nuestras fuentes han confirmado que en lugar de reunirse con el secretario del Tesoro Timothy Geithner el Lunes, Obama simplemente se sentó en el despacho Oval, buscando a través de foros de internet más información sobre los distintos puntos de vista del final de la serie.
Con esperanza de poder calmarse, Obama también ha visto la edición extendida de «Unfinished Business», un episodio de la tercera temporada que el presidente describió como «la mejor manera de explicar la relación entre Starbuck y Apollo».
Tras hacer eso, el presidente solo se encontró peor, e intentó que su viaje político a Denver no fuera tan depresivo llevándose la colección de DVD’s consigo. Aún así, murmulló «¿Y qué? Se ha acabado».
Obama vió el final de la serie como lo ha hecho en cada episodio desde que está en la Casa Blanca, en la sala de cine con el sonido a tope.
Tras la primera semana sin episodio, el Lunes siguiente dicha ausencia ya hizo mella en el presidente.
«Yo ya lo sabía», comentó la primera dama Michelle Obama. «Cuando Firefly se canceló, estuvo paseándose por la casa como un zombie durante una semana, y la peli Serenity fue lo único que lo mantuvo fuera de ese estado».
Como fan incondicional de la serie original de 1978, Obama no quería ver el remake en un principio, sobretodo al saber que Starbuck era una mujer en la nueva serie. Pero, en una semana particularmente aburrida en el senado, Obama decidió alquilar la primera temporada en Netflix.
El resultado fue un impacto para él, se vió dicha temporada en solo un fin de semana. Tras eso, compró la segunda temporada en un Best Buy y la 2.5 se la bajó de iTunes.
Así que el nuevo grito de Obama es «Así decimos todos!»
Actualización: evidentemente, The Onion es un periódico de cachondeo total, así que no hay que tomarse esta notica muy en serio.
