Se tardaron 2 años en contruirlo, diez segundos en el montaje para ensamblar todas las escenas en la peli, y unos diez minutos para robarlo. Es uno de los ejemplos más raros de la vida de un coche: el Nissan Skyline que Paul Walker condujo en la última entrega de A Todo Gas, y que ha sido robado de un garage en Los Angeles.
Aunque parece un R34 GT-R, realmente el coche era uno más básico. Según los informes, los ladrones ya sabían que el coche estaba dentro y consiguieron abrir la cerradura de la puerta metálica y fueron directamente a dicho auto. En la huída, rayaron los laterales de un Studebaker y un Porsche Boxter.
En realidad, el coche está valorado en 75mil dólares (unos 55mil euros al cambio actual) y no estaba asegurado.
Podeis ver un video de la noticia en Jalopnik.
Via | Autoblog