Son tan buenos, tan buenos, tan buenos… que hacen con las películas lo que les sale de los cojones.
Vamos con cuatro ejemplos de Back to the Future para ilustrar las variadas razones por las que los traductores y dobladores JODEN las películas.
Cada ejemplo va acompañado de dos clips de vídeo: primero la versión original (con unos subtítulos espantosos, lo siento) y luego la versión que realizaron los mejores dobladores del mundo.
Razón 1: PORQUE LA GENTE ES MUY IGNORANTE… Y QUEREMOS MANTENERLA ASÍ.
Naturalmente, poca gente en la España de 1985 sabía qué era Calvin Klein. Probablemente por eso, los guionistas se aseguraron de incluir la frase “it’s written all over your underware”. Para que se entendiese incluso aunque no conocieses la marca.
En cualquier caso, es injustificable que el traductor se sacase de la manga la marca “Levis Strauss” (sic), o para el caso, cualquier otra. Si la versión original dice Calvin Klein, nadie tiene potestad para cambiarlo. ¿Quién ha dado la autoridad a los dobladores/traductores para elegir lo que podemos y no podemos conocer (o descubrir)?
Por cierto: no soy un experto en moda íntima masculina, pero que yo sepa, en los calzoncillos Levi’s no pone LEVI STRAUSS en grande… que es lo que caracteriza a Calvin Klein.
Frase para la eternidad: “Seguro que te llaman Lev”.
Razón 2: PORQUE A VECES EN LAS PELÍCULAS DICEN TONTERÍAS. MENOS MAL QUE ESTAMOS NOSOTROS PARA ARREGLARLAS.
Combinada con la razón 1, esto llevó a los dobladores a quitarle al personaje de Doc un matiz de extravagancia que los guionistas habían pincelado brillantemente. Llamar de tú y con diminutivo a Thomas Alva Edison es algo que da una idea bastante aproximada del tipo de científico loco ante el que estamos.
Pero eso, para los traductores/dobladores, es una tontería. Corregida. Y es que cuando algunos decimos “matiz”, los dobladores oyen “mariconada”.
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