Con un año de retraso, cortesía del Ministerio de Cultura, nos llega Saw VI. Su tardío estreno hace que cualquier beneficio monetario que hubiese podido sacar del aluvión de publicidad haya quedado contrarrestado por la posibilidad de ver la película en su versión íntegra a través de la red. Como estamos hablando de un caso de censura nacional, el artículo se va a centrar sobre todo en los casos en los que el Franquismo (o el post-franquismo) hizo mella en el cine, aunque sin desmerecer algunos casos internacionales más que curiosos.
Menciones especiales: – Saló o los 120 Días de Sodoma: Mostrar torturas, violaciones, coprofagia y demás lindeces hizo que estuviese prohibida en medio mundo, y aún hoy lo siga en algunos países. Aquí tuvimos que esperar varios años para verla, y en una versión recortada. – La Naranja Mecánica: La cinta de Stanley Kubrick estuvo prohibida en España hasta 1975 por su carga sexual y violenta. Pero peor le fue en el Reino Unido, donde se retiró de circulación hasta el año 2000 por varios asaltos criminales que imitaban los sucesos del filme. – La Matanza de Texas: Violenta y desasosegante pese a mostrar poca sangre, la pionera del slasher no se pudo ver en España hasta 1978, pero fuimos pioneros respecto a países como Finlandia (1997), Australia (1984), Francia (1982), Islandia (2000) o Brasil (1998).
10. THE PROFIT
Censura: Prohibida su exhibición por resolución judicial hasta hoy en día. Motivo: Al parecer, esta cinta independiente se basa en la Iglesia de la Cienciología para, sin mencionarla explícitamente, mofarse de ella y de sus crédulos integrantes. Esto no les hizo nada de gracia a los discípulos de L. Ron Hubbard, que consiguieron que un juez impidiese la distribución del filme. Posiblemente nunca se vea más que de forma clandestina. Resultado: Indiferente, porque están desprestigiados con o sin película. Nadie en su sano juicio forma parte de la Iglesia de la Cienciología, que es vista por la opinión pública como una secta de premisas ridículas integrada por imbéciles con dinero. Además, si no han desaparecido tras el escarnio público provocado por Campo de Batalla: La Tierra, es improbable que una cinta independiente consiguiese arrancar la mala hierba.
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