Hoy voy a exponer algo muy básico que la gente no ‘entiende’ sobre el cine, bajo mi punto de vista: si sale en una peli, tendrá éxito.
Hay ciertas cosas en el mundo del cine que son ciertas:
- Las productoras son los mejores inversionistas
- Las productoras fueron montadas y/o están dirigidas por judíos (los mejores en cuanto a negocios)
- Las distribuidoras son las explotadoras y succionadoras de dinero a todos los niveles
- El cine es, actualmente, marketing puro y duro, y activo y pasivo
- Si algo sale en el cine en alguna peli, se venderá
Para muestra os voy a mencionar un par de casos flagrantes de esto.
1 – El DeLorean DMC-12 y Regreso Al Futuro
John Delorean era un tipo ingeniero y ejecutivo que trabajaba para Ford y creó, de manera experimental, lo que luego se conocería como los Muscle Car (es decir, típicos coches americanos brutos de potencia con aspecto normal). Esto lo hizo mientras trabajaba en el departamento de nuevos modelos de Ford, al meter un bloque de mucha cilindrada en su Pontiac contemporáneo. Esa moda, se extendió con el boca a boca.
Aunque no fue por eso por lo que se hizo famoso primero, sino por dar al mundo una de las obras de ingeniería avanzada a su tiempo (fue un visionario) y no ser recompensado lo suficiente por el mundo en el momento, lo que le llevó a la quiebra: la máquina del tiempo de Regreso Al Futuro, el Delorean.
Corrían tiempos raros en cuanto a diseño, y John Delorean presentó unos bocetos a los jefazos de Ford para que pudieran asignarle presupuesto y desarrollar la idea. Estos no lo vieron caro, y le negaron la petición a John. Este, ni corto ni perezoso, rescindió su contrato y fundo la DMC (Delorean Motor Company) y se fue al viejo continente para fabricar y montar los Deloreans.
Carrocería completamente de aluminio pulido, chasis compacto en forma de doble Y, motor trasero (o central como se le llama) de 150 CV, forma esbelta como de bala y abertura de puertas al estilo gaviota fueron los detalles que encandilarían a toda una generación al aparecer en la trilogía de Marty McFly; pero era un coche que estaba por delante en cuanto a los estándares de principios de los 80.
Rápidamente, John se quedó sin su presupuesto y (según cuentan los rumores) se terminó viendo implicado en un tráfico de drogas cuya multa no pudo pagar. Así que tuvo que cerrar su negocio. Se vendieron unos pocos miles de coches en norte américa básicamente, con algunos en UK. Pero sería dos años después de su quiebra, en 1985, cuando Bob Gale sacara el coche en la trilogía de Regreso Al Futuro, convirtiéndolo en un ícono popular.
Actualmente, alguien ha invertido lo suficiente para hacer renacer DMC en Texas, habiendo 4 distribuidores oficiales en todo el mundo: 3 en USA y 1 en Europa.
2 – Harry Potter y sus historietas
Sin un duro (como decíamos en la España vieja) estaba la rubiales Rowling cuando tenía en el mercado ya 4 libros. Nadie, lo repetiré para que quede claro: NADIE, sabía quien demonios era Harry Potter y sus libros estaban relegados a las esquinas con 4 o 5 ejemplares. La rueda de prensa fue patética.
Hasta que alguien tuvo la idea de hacer una peli, y BUMM! La tía genera más dinero y engancha a varias generaciones al pequeño mago y sus colegas. Catapultando al estrellato a gente como Emma Watson y toda la comparsa, que le deben la vida a Rowling. Al igual que ella se lo debe a los chavales y a la productora que dijo que haría una peli.
3 – A Todo Gas y el mercado de piezas
Lo he mencionado casi cada vez que hemos hablado de la saga A Todo Gas, al menos en España. Antes había modificaciones de rally que la gente llevaba en la calle. Pero no eran elegantes.
Fue aparecer A Todo Gas, y se generó un negocio de mercado de piezas y modificaciones (que el maldito gobierno español no dudó en meter baza para cobrar por ello) para todos los coches, en lo que (a veces) hay modificaciones Tuning decentes y bonitas.
Incluyendo en todo esto las revistas como GTI-Mag, o Maxi Tuning (las cuales ahora son un hervidero de compraventa de gente que se ha dejado un pastizal en el coche).
Resumiendo: si sale en una peli, se venderá, será objeto de culto o creará seguidores por todo el mundo.