El director de La Herencia Valdemar y La Sombra Prohibida contó a Debates en Libertad su delirante experiencia al intentar crear un modelo de producción cinematográfica al margen de las subvenciones estatales. Alemán ha revelado que al atreverse a ir sin subvenciones se ha llegado a «insultar a nuestras familias, se nos ha amenazado…ha sido un absoluto infierno».
No obstante, Alemán sigue pensando que es posible hacer cine sin acudir a las ellas. Aunque cosa muy distinta es tener éxito, pero no debido a la afluencia de público, sino «porque independientemente de la taquilla, pasas a engrosar una lista negra absurda e incomprensible». Su modelo, en realidad, era simple y ni siquiera trataba de solaparse al ya existente. «Algo tan sencillo como hacer una empresa y proponer una idea alternativa que es, en principio, no pedir subvenciones, para que las personas que pudieran necesitarla» sí pudieran hacerlo. Una «propuesta de producción mucho mas fácil y que diera muchísimo más trabajo», en definitiva.
En este último punto, Alemán reveló a Debates en Libertad que ese desafío les ha supuesto que traten de acabar no ya con la película, sino con «la productora entera». «Todas las posibilidades que podían haberse dado se quedan atrás», lamentó en declaraciones al programa. Y es que su productora La Cruzada Entertainment creó para desarrollar ambas película nada menos que «557 empleos nuevos, y en este año de crisis un poquito menos».
Y es que «generalmente una película puede ser buena o mala. Pero nosotros hemos sido una película destruible y se ha tratado, no ya de criticar la película, sino de destruir la productora directamente. Somos la única productora, o la única película del cine en España, a la que todas las televisiones han rechazado, incluso cuando hemos propuesto dar la película gratuitamente».
Según denuncia, el acoso a ha llegado al extremo de que «hay páginas web que se dedican a cine, muy famosas, internacionales, que prohíben directamente que se hagan criticas positivas de la película. Lo han prohibido directamente. Tienes dos semanas para recuperar algo que cuesta mas que 50 restaurantes», y todo por el hecho de ir de manera independiente.
«Nos habría sido absolutamente posible volver a hacer una industria con buenas o malas películas, pero una industria basada exclusivamente en el producto, no en la subvención. Que no estoy a favor o en contra, simplemente era una alternativa más», aseguró Alemán a Debates en Libertad. Algo parecido, recordó, «le pasó a Antonio del Real: las criticas eran terroríficamente directas para intentar destruirle».
Atrás quedan así futuros proyectos que la productora tenía en desarrollo, como una nueva versión de El Cid. «Había un montón de personas interesadas en echar un vistazo a este sistema, que podría haber sido el germen de una industria alternativa para cubrir huecos, riesgos». Un sistema que, en definitiva, «podría haber sido una alternativa».
La formula de Alemán
La fórmula que propuso Alemán era, simplemente, «una financiación externa a lo que es la entrada de cine, es decir, publicidad detrás de la entrada». «Sería muy fácil rebajar el precio de la entrada a la mitad y el encargado de la publicidad habilitaría una serie de formulas» para que funcionara. Así, «ganas que la persona que va al cine tiene una entrada a mitad de precio, un ticket de descuento, y a la vez, los ocho euros serían íntegros al productor, con lo cual no serian necesarias las subvenciones».
«Lo que es ridículo es seguir con una formula que no funciona bajo ninguna circunstancia. La única película que gano dinero durante 2009 fue Celda 211″, dijo Alemán, que aseveró que «nos hemos acostumbrado a que si sale mal ahí está Papá Estado» para sostenerte.
Via | Libertad Digital