Nueva York no es una ciudad que ya se deje sorprender por muchas cosas. «La ciudad que nunca duerme» aglutina decenas de iconos universales, es residencia artistas y una de las principales musas del cine.
Sin embargo, estos días ha vivido conmocionada por un gigantesco tráiler de dos pisos que sorprendió a los neoyorquinos en el mismísimo corazón de Manhattan y que ha acaparado incluso la portada del diario «New York Post». Se trata de la residencia temporal del actor Will Smith durante el rodaje de su última película, «Men in Black III».
Un camión de 1,3 millones de euros denominado «The Heat» con suelos de mármol, una escalera de caracol, televisión de alta definición de 100 pulgadas, salón, dormitorio principal, gimnasio y baño de granito. Las mejores calidades para el actor conocido como «el Príncipe».
«Will Smith ha encontrado un tráiler que coincide con su ego enorme», recogió la prensa de la «Gran Manzana».
Y a la vuelta de la esquina, por si fuera poco, el martes fue estacionado un segundo tráiler con un gimnasio de tamaño completo. Lo más llamativo es que el célebre actor tiene un apartamento de lujo en las proximidades.
Lujo en dos plantas
El modelo está desarrollado por «Anderson Estates», y está dirigido a estrellas de cine, productores, directores y ejecutivos de negocios que deben tener temporalmente una residencia móvil.
La compañía se vanagloria de ser «la única empresa que ofrece bienes móviles de dos pisos que cuentan con hasta 120 metros cuadrados».
Los materiales no tienen nada que envidiar a una casa de lujo. «Estamos orgullosos de nuestro granito, mármol y maderas exóticas tratados a mano que se encuentran a lo largo de todas las instalaciones», dice el fabricante.
La calidad se extiende a la cocina y los baños. Porcelana, cristal, paredes de doble aislamiento de sonido para ofrecer un ambiente tranquilo para el descanso y la concentración… También se incluyen, a petición del cliente, zonas de juego para los niños en su interior.
El piso de arriba puede acomodar hasta 30 personas en la sala de reuniones. Pensando en las producciones cinematográficas, la puerta trasera puede proporcionar acceso privado a una sala de edición, que es independiente del resto de la «casa». Algunas unidades cuentan incluso con un estudio de grabación completo con cabina de sonido.
Via | La Razón