Las tijeras de los censores no sólo cortan el celuloide: a veces, los carteles de las películas también son sus víctimas. Compruébalo en este informe de Cinemania.
Ya lo dice John Waters: sólo hay una cosa peor que un censor, y es un censor listo. Porque, a la hora de mutilar una película, el censor tonto se conformará con una calificación vetada a menores, con el consabido tijeretazo a su metraje o, en el peor de los casos, con prohbirla. Ahora bien: un ‘guardián de la moral pública’ con dos dedos de frente se dará cuenta de que el cine no se acaba en la pantalla, y que un contenido potencialmente ofensivo puede acechar en otros lugares. Los carteles, por ejemplo.
Todos los pósters que os mostramos a continuación han sido mutilados, prohibidos y censurados de las formas más variopintas y por los motivos más peregrinos, demostrándonos (una vez más) que la estupidez de algunos no conoce límites. Compruébalo a continuación.
Los hombres que no amaban… (D. Fincher, 2011)
Censurado en… Virtualmente, en todo el mundo.
Podeis ver el resto en Cinemania