Hace 25 años que el ordenador de Sir Clive Sinclair lanzó su modelo +2A, el más exitoso en España. Recordamos la huella que el celuloide dejó en su ‘programoteca’.
Cinemanía nos trae una recopilación de juegos de pelis para ese ‘vetusto’ ordenador.
«La máquina alucinante»: con este eslogan se lanzó en España el Spectrum +2A, uno de los ordenadores personales de más éxito en la historia de la informática. Y, para los usuarios de entonces, el lema no iba desencaminado. Recién absorbida por Amstrad (podéis leer la historia completa en el blog El Spectrum hoy), la compañía de Sir Clive Sinclair se despidió de los rasgos más antipáticos de sus primeros modelos (teclados de goma, memoria escasa) para abrazar innovaciones tope de gama. ¿Qué importaba que aquello fuese un relanzamiento de un modelo anterior -el Spectrum +128- con un par de añadidos, como el cassette incorporado? Hace 25 años, cuando los juegos se vendían en cinta, aquello era todo lo que un friki en ciernes podía soñar.
Con más de 5 millones de unidades vendidas en Europa, los ordenadores Spectrum congregaron a su alrededor una ingente escena de programadores, bien a sueldo de compañías especializadas, bien currantes domésticos que (a veces) veían sus trabajos llegar a las tiendas. El resultado: una antológica programoteca de 10.065 juegos publicados, según datos de la web World of Spectrum. Una colección en la que el cine dejó mucha huella: desde los días de las primeras consolas, los juegos basados en películas no habían hecho sino aumentar, y una máquina tan barata y exitosa como el Spectrum se alimentó de ellos con fruición. En homenaje a este ordenador histórico, te ofrecemos esta lista de los 10 (+2) mejores juegos de cine para Spectrum. Recuerda que la mayoría de ellos están disponibles en internet, y puedes jugarlos, bien online a través de la propia World of Spectrum, bien a través de un emulador como Spectaculator, que también está disponible para iPhone.
The Great Escape
Año: 1986 (Ocean Software)
La película: Inolvidable drama bélico de 1965 dirigido por John Sturges, con un nutrido contingente de prisioneros (entre ellos, Steve McQueen, James Coburn y Charles Bronson) haciendo lo posible y lo imposible para escapar de un campo nazi. Su titulo español fue La gran evasión.
El juego: El equipo Denton Designs echó el resto en este trabajo, que prefigura títulos más modernos como Commandos en su implacable mecanismo de juego. Te descubrirás a ti mismo investigando las rutas de patrulla de los soldados enemigos, explorando el trazado de los túneles (no se llaman Tom, Dick y Harry, pero podrían) y esquivando a los perros en tus salidas nocturnas.
¿Vale la pena jugarlo? Si está en el primer puesto de nuestra lista, es por una razón: el juego es tan clásico como la película, que ya es decir.
Alien
Año: 1984 (Mind Games)
La película: Con una ayuda de Sigourney Weaver, John Hurt, Ian Holm y un bicho xenomorfo, Ridley Scott nos recordó en 1979 que, en el espacio, nadie puede oír tus gritos.
El juego: ¿Quieres enmendarle la plana a Ripley y demostrar que tú podrías hacerlo mejor? Pues prueba con esta aventura de estrategia que te permite salvar a toda la tripulación de la Nostromo (salvo a Kane, claro) de las fauces del Alien.
¿Vale la pena jugarlo? Terrorífico y lleno de sorpresas, sólo plantea una dificultad: su endiablado sistema de menús de texto, todo un suplicio para los acostumbrados a usar el ratón.
The Rocky Horror Show
Año: 1985 (CRL Group)
La película: Basada en el musical travestí y rockero de Richard O’Brien, este delirante e irregular filme lanzó a la fama a Susan Sarandon y a un Tim Curry envuelto en lencería fina.
El juego: CRL era una de esas compañías ‘raras’ que basaban el atractivo de sus juegos en la originalidad, más que en los recursos técnicos. Y este juego es prueba de ello: no sólo te permite elegir protagonista antes de empezar (algo muy poco visto por entonces), sino que su pantalla de menús te enseña a bailar el Time Warp con un karaoke animado.
¿Vale la pena jugarlo? Pese al cachondeo imperante, y a la presencia de un Meat Loaf en moto, no deja de ser una aventura de acción primitiva: ha envejecido bastante mal.
Aliens
Año: 1986 (Electric Dreams Software)
La película: Posiblemente la mejor secuela de la historia, el segundo encuentro de Ripley con los xenomorfos (una legión de ellos, en este caso), cumplió 25 años en julio.
El juego: Si la adaptación de Alien innovó con su desarrollo estratégico, la versión pixelada de Aliens: el regreso ofreció a los usuarios de Spectrum… ¡Un juego de acción en primera persona! Y 17 años antes de que Doom pusiese el género de moda, además.
¿Vale la pena jugarlo? Todos los juegos de Electric Dreams tienen prohibida su distribución por internet, así que nos quedamos con las ganas de revisarlo.
El ataque de los tomates asesinos
Año: 1986 (Global Software)
La película: Presencia fija en los ránkings de peores filmes de la historia, este anticlásico de 1979 enfrentaba a los EE UU a una invasión… De tomates.
El juego: Suponemos que los responsables de Global Software se apuntaron a la franquicia más barata que pudieron encontrar para esta videoaventura en tres dimensiones, llena de detalles de humor chungo. Si buscas a un George Clooney pixelado, lamentamos decepcionarte: el canoso más sexy sólo apareció en la secuela El retorno de los tomates asesinos.
¿Vale la pena jugarlo? Hasta que los señores de Ultimate (los reyes de los juegos tridimensionales para el Speccy) no permitan la libre distribución de sus clásicos, este es un buen sucedáneo.
Cobra
Año: 1986 (Ocean Software)
La película: «El crimen es una plaga y yo soy el remedio», afirmaba el superpoli Sylvester Stallone en uno de los filmes de acción más cafres y cutres de los 80.
El juego: Visto el despropósito que tenían que llevar al Spectrum, los programadores de Ocean bañaron a Cobra con sentido del humor. El medidor de energía del héroe tiene forma de patito de goma, sus ‘vidas’ son guantes de boxeo, y cuando se queda sin munición asalta a sus enemigos a cabezazos (mensaje del juego: «Usa la cabeza»).
¿Vale la pena jugarlo? La verdad es que sí, por lo cafre y lo delirante.
Robocop
Año: 1986 (Ocean Software)
La película: Un Peter Weller cubierto de hojalata combate el crimen en una Detroit muy corrupta, con Paul Verhoeven en la silla del director. Tuvo dos secuelas y dos series (una animada, otra de imagen real).
El juego: Siempre con la pasta por delante, Ocean Software cosechó uno de sus mayores éxitos con este arcade (juego de acción) de scroll horizontal, más simple que el mecanismo de un botijo. Los juegos basados en las secuelas repitieron su mecánica, con leves variaciones.
¿Vale la pena jugarlo? Con una buena ejecución técnica y una dificultad exasperante, puede suponer un reto para los amantes de la acción pixelada.
Platoon
Año: 1988 (Ocean Software)
La película: Rememorando sus batallitas en Vietnam, Oliver Stone se llevó cuatro Oscar en 1986, incluyendo Mejor Director y Mejor Película.
El juego: En los años del Spectrum, era habitual que entre el estreno de un filme y su versión videojueguil mediasen unos cuantos años. Al público no le importó, y esta combinación de arcade y estrategia se convirtió en un superventas.
¿Vale la pena jugarlo? Platoon no ha envejecido muy bien, pero nos ofrece el inigualable morbo de manejar a un Charlie Sheen (protagonista de la película original) con píxeles de tigre.
Gremlins 2: la nueva generación
Año: 1990 (Topo Soft)
La película: Mediocre para algunos, gozosamente loca para otros, la secuela de Gremlins llevó a los entrañables Zach y Gizmo a un edificio de oficinas poblado de bichos malos.
El juego: Desde que el Spectrum fue Spectrum, las compañías españolas como Dinamic u Opera Soft desarrollaron una actividad frenética produciendo juegos. Claro que el presupuesto no acompañaba, y cuando se quería adaptar una película de Hollywood había que hacerlo de forma pirata. ¿Por qué logró entonces la muy ibérica Topo Soft hacerse con esta franquicia? Sencillo: los 80 ya habían acabado, y el Spectrum era virtualmente un producto muerto.
¿Vale la pena jugarlo? Si lo haces, tal vez descubras por qué España fue cuna de algunos de los mejores juegos para ordenadores de 8 bits. Aquí había nivel.
El gran halcón
Año: 1991 (Ocean Software)
La película: Bruce Willis creía que esta comedia protagonizada junto a Danny Aiello iba a ser un blockbuster, pero su híbrido de acción, musical y paranoias de ciencia-ficción no convenció a nadie.
El juego: ¿Otro programa de Ocean? Pues sí: la compañía británica tenía el presupuesto suficiente como para hacerse con todas las franquicias de cine que le salían al paso. Y también, como aquí, para cocinar un juego de plataformas muy aceptable a partir de un auténtico desastre fílmico. Ahora bien, el protagonista no se parece a Willis ni en las gafas de sol.
¿Vale la pena jugarlo? Si echas de menos la dificultad de los primeros Super Mario Bros, puedes echar una tarde con él. O varias.
El misterio del Nilo
Año: 1987 (Zigurat Software)
La película: Titulada originalmente La joya del Nilo, la secuela de Tras el corazón verde puso a Michael Douglas y Kathleen Turner a vivir aventuras en el Norte de África.
El juego: Como ya hemos adelantado, los programadores españoles no tenían rival a la hora de saltarse derechos de copyright. ¿Que los productores de La joya del nilo no les vendían los derechos de la película? Pues se le cambiaba un poco el título, y a correr…
¿Vale la pena jugarlo? El misterio del Nilo fue un superventas internacional, pero a día de hoy su mecánica se hace lenta, y su dificultad lo vuelve casi injugable.
La abadía del crimen
Año: 1988 (Opera Soft)
La película: Su título fue El nombre de la rosa, y adaptó la intriga medieval de Umberto Eco con un Sean Connery monástico a la cabeza del reparto.
El juego: Otro ejemplo de picaresca ibérica llevada a la informática. En este caso, esta adaptación ‘por la mano izquierda’ se convirtió en una aventura tridimensional cuyos personajes gozaban de una (a veces inquietante) voluntad propia. Gracias al talento de su programador Paco Menéndez, fallecido en 1999, La abadía… es presencia fija en las listas de mejores juegos de 8 bits.
¿Vale la pena jugarlo? Sí, y mucho: no sólo puedes disfrutarlo mediante un emulador, sino también con este estupendo remake. Prepárate para sufrir si no tienes un mapa.