Sony planea rodar un filme sobre Steve Jobs basado en la biografía de inminente aparición de Walter Isaacson. Según varios medios de Estados Unidos, la productora ha acordado pagar un millón de dólares (747.000 euros) por los derechos del libro y, si la película llegara a realizarse, la suma ascendería a tres millones de dólares (2.242.000 euros). La editorial del libro de Isaacson ha adelantado a este mes la fecha de su publicación a raíz del fallecimiento de Jobs.
Sony ha encargado a Mark Gordon los preparativos de la producción. El estudio ya tiene en su catálogo otro éxito reciente basado en la biografía de un destacado personaje del planeta digital. Se trata de La red social, que retrata el origen de Facebook y los polémicos movimientos iniciales, cuando estaba en la universidad, de su fundador, Mark Zuckerberg. Es un biopic no del todo halagador sobre el fundador de Facebook.
De concluirse el proyecto de Sony, no sería el primer filme donde aparece el fundador de Apple. Piratas de Silicon Valley (1999) es un producto menesteroso que pretende ser la historia del nacimiento de Apple y Microsoft. En el filme, el melenudo Steve Jobs (interpretado por Noah Wyle) cada día que es más empresario va más peinado y afeitado. Exigente con sus empleados, saca provecho de lo que pensaron unos ingenieros de Xerox.
Bill Gates y Ballmer, de Microsoft, van siempre por detrás. Jobs les acusa de robar sus ideas, pero cree que ganará la partida porque «nuestro producto es mejor» y el joven Gates le contesta: «No lo entiendes, eso no importa».
De hecho, Bill Gates es un personaje peor tratado por el cine. Hasta lo insultante. En Conspiración en la Red (Antitrust, 2001) nadie lleva sus apellidos y, sin embargo, hay suficientes guiños para asociarlo al personaje de Gary Winston que interpreta Tim Robbins. En la película se cita a Gates como un magnate informático de segunda, para alejar cualquier identificación suya con el protagonista, una cautela prudente porque el patrón del monopolio de este filme que preside Winston roba y mata para lograr sus objetivos. Ya se sabe, la cultura digital es binaria; uno o cero, vivo o muerto, dice el tipo. Se trata de la batalla de un imperio informático contra los ángeles del software libre. Y con un final inverosímil donde triunfan los chicos buenos frente al malvado propietario. Un mensaje final: el conocimineto humano pertenece al mundo. La película está llena de citas. Scott McNealy, expatrón de Sun, hace un cameo, y también lo tiene Miguel de Icaza, pionero del software de código abierto. En una fiesta de Winston suena una versión del tema que empleaba Microsoft en sus anuncios y uno de sus personajes se llama Redmond, donde están los cuarteles generales de Microsoft.
Otros personajes del mundo de la informática aparecen o son citados en algunos filmes. Shawn Fanning, el creador de Napster, tiene un cameo en The Italian Job (2003). Hackers 2 (2000), por ejemplo, está basada en la historia de la caza y captura del hacker Kevin Mitnick (interpretado por Skeet Ulrich), que terminó en la cárcel y teniendo prohibido acercarse a un ordenador.