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Cosas que deberían aprender los cines del resto de negocios

 

Vengo del cine más que enfadado, triste de que la cosa no cambie.

Hoy he querido ir a ver Drive en español al cine, pagando entrada normal, aunque ya la hubiese visto en VOSE a través de una web de streaming. Repito: ya la había visto online en muy buena calidad (llamadme piratilla) y he decidido ir a verla al cine desembolsando unos cuantos euros (para que la gente vea que las descargas no siempre implican una pérdida de ventas).

Y me he vuelto sin poder verla. Será que estamos en épocas festivales o lo que querais llamarlo, pero me he ido a un gran centro comercial en medio de la nada (para que os hagais una idea es como un Las Vegas de Nevada, pero en medio de Mallorca), y he llegado a falta de unos 40 minutos para el inicio de la peli.

Al ver la cola, y la distancia entre el final y las taquillas… me he dado la vuelta tranquilamente y me he vuelto a meter en mi transporte para no desesperarme en la cola. Más que nada porque siempre acudo al mismo lugar (llamado Festival Park), porque pago lo mismo que en otros cines y tengo grada y buen sonido.

De haber sido otro cine, me hubiese quedado, pero habiendo ido tantos años, sé que cuando la cola llega a la fuente de agua me esperan alrededor de 50 minutos de cola…. pero es que había 2 colas. Así que más me esperaba.

Y por esto quiero hacer estas reflexiones que sirven tanto para los cines del mundo como para los que están abandonados de la mano de dios. Y sí, sé que el tema radica en que por cada entrada vendida, se paga una parte muy grande a la distribuidora y que, realmente, el negocio del cine es en las palomitas y chucherías que te venden a precio de oro dentro. Por eso entiendo que mi no entrada de hoy no es una gran pérdida para el cine, ni tienen que extenderme la alfombra roja cada vez que voy porque:

a – no como nunca en el cine
b – cuando como, como ya sabía que no pueden sacarte fuera con comida que no sea del cine, compro en el super o donde sea (que, evidentemente, es mucho más barato)

Volviendo al tema del post, diré cosas que pueden afectar (si alguien lo lee) a la manera de hacer negocios.

Punto 1: unificar colas y tenerlo claro.

Desde que tengo uso de razón, cada año que ha pasado (y eso que voy desde la inauguración), han ido quitando cosas en esos cines. Menos mal que con la compra por parte de Cinesa (antes era AMC), mejoraron ciertas cosas, pero algo que se ha mantenido intocable es que han ido quitando dependientes.
Yo he llegado a hacer 1 hora y media de cola, hace como 4 años de esto. No era ningún día en especial que yo recuerde, excepto que era fin de semana y estrenaban infinidad de opciones de última hornada. Total: 5 vendedores de tickets, con sus 5 colas desde la ventanilla que luego convergían en 2 más grandes. Menos mal que no teníamos nada que hacer y aprovechamos para ir a cenar entre que tuvimos que pillar las entradas para la siguiente sesión a la prevista y el tiempo nos sobraba…
Al principio había 8 dependientes/vendedores de tickets. Luego fueron quitando paulatinamente hasta quedarse con 2… y dependiendo del día y las horas hay solo 1. Pero las 8 cajas siguen estando allí.
Aparte de que la construcción no es como en el Kinépolis donde tu vas, y pagas la entrada y no molestas a nadie. Aquí, una vez pagada, la entrada, tienes que reventar literalmente las colas para poder salir del sitio, pues es como una calle sin salida. Ojo en esta foto como la cola converge a una sola abajo a la izquierda para varios mostradores que no se ven en la foto:

Lo primero que deberían hacer es gestionar bien la cola. Para ello, lo que habría que hacer es aprender de los aeropuertos y las líneas aéreas a la hora de hacer facturación.
La solución no es otra que implementar cola única para varios cajeros. Se penaliza al grupo en sí, pero no hay atascos y lineas muertas cuando a alguien no le va bien la tarjeta o lo que sea. Además, sueles aprovechar más los espacios debajo de las marquesinas dado que las colas las pones en horizontal a los mostradores y no en vertical o linea recta.
Video explicativo con subtítulos en español:


El coste de implementación es nulo.

Punto 2: pon máquinas autoexpendedoras de billetes/tickets.

Lo segundo a poner es hacer caso a grandes compañías que, por suerte o desgracia, manejan más clientes. Es el caso de National Express en Reino Unido, creo que la mayor flota de Buses y mejor coordinada de todo el mundo. Actualmente posee la compañía Alsa.
Estos tienen cajeros en muchos puntos, pero mayoritariamente tienen lo que se llaman ‘quioscos’ de venta automatizada que aceptan billetes, monedas y creo que tarjetas de crédito. Pantalla táctil y demás.
Lo que hay por aquí son cajeros o quioscos que hay para comprar entradas del cine son de un banco concreto, que solo puedes pagar con tarjeta de crédito, y encima te cobran unos 50 céntimos más que si las compras en la caja.
Lo máximo que he visto, fue en Madrid: había una sola cajera, con 6 terminales y, aunque no era de un banco, estabas obligado a pagar con tarjeta.
En fin, lo que iba a decir en este punto es que National Express tiene los mejores kioskos que he visto nunca. Facil, intuitivo, etc… Lo que se imprimen son tickets muy finos con tinta térmica. Al contrario que si los compras a la expendedora, que te lo imprime en cartulina. Ahorro a tope. En el cine sería lo mismo… podrías imprimir un doble tiquet o un tiquet con código de barras y poner un escaner en la entrada. Para muestra: un botón de la interface del kiosko:

Coste de implementación mediano. Pero es algo que ‘no pide pan’. Es decir, el cine preferiría pagar algo más por la implementación de este sistema y que luego el mantenimiento fuera casi nulo, a tener que pagar el salario mínimo interprofesional y podrías reducir a 1 persona en caja.
La otra ventaja es que el quiosco puede estar abierto y encendido 24 horas. Porque esa es otra, no puedes comprar las entradas a las 14 horas de un día cualquiera. Tienes que esperar a que abran a las 15:30 horas cada día, cuando la sesión empieza a las 16 horas, formándose a veces la cola que os he comentado.

El problema radica en oferta y demanda. Cuando no hay demanda, los cines se quejan. Pero cuando hay demanda, la oferta es muy superior y por temas de tiempo, nunca se equilibran.