Antonio de la Torre, que se encuentra rodando en Madrid la última película de Daniel Sánchez Arévalo («AzulOscuroCasiNegro», «Gordos»), afirma en la entrevista que es admirable que se hayan hecho tan buenas películas este año en Andalucía, como «Grupo 7″,»El mundo es nuestro», «Carmina o revienta» y «Ali», pero que ve «difícil» que alguna de ellas pueda desbancar al «lobby» catalán en los premios Goya. «Eso es que ni me lo planteo, pero sí hay que valorar esas iniciativas y esos nuevos modelos que permitan hacer cine en Andalucía en este contexto de crisis tan brutal».
El actor y periodista malagueño Antonio de la Torre (Málaga, 1968), protagonista de «Grupo7», ve con buenos ojos la campaña de «cine a 2 euros» iniciada por Los Compadres con «El mundo es nuestro» y que ha logrado llenar todas las salas sevillanas donde se ha exhibido la película durante los lunes de agosto y septiembre. «Es mejor llenar las salas que tenerlas vacías y veo bien ajustar precios para la gente con menor nivel de ingresos», asegura en una entrevista que publica hoy ABC. Y añade que «hay que facilitar el acceso a la cultura y en eso tienen o tenemos que ceder todos un poco: espectadores, distribuidores, exhibidores y productores de cine».
Cuando se le pregunta a quiénes se parecen más los actores españoles y si son tan buenos como los ingleses o los norteamericanos, Antonio de la Torre afirma: «Los actores españoles somos muy apasionados aunque un poco ciclotímicos, pues pasamos de 0 a 100 y de 100 a 0 en muy pocos segundos, pero se nos puede echar a pelear con cualquiera». Y añade que no siempre se les valora debidamente porque «no hay nada más español que despreciar lo propio».
El actor malagueño, que es licenciado en Ciencias de la Información y fue presentador de los informativos deportivos de Canal Sur Televisión antes de iniciar su carrera cinematográfica, a lo largo de la cual ha participado en 40 películas y ganado numerosos premios, entre ellos un Goya, afirma que ambos oficios tienen mucho que ver: «Los dos cuentan historias, el periodista en tercera persona y el actor en primera y yo me decidí por lo segundo porque me gusta más esa primera persona y esa subjetividad que te permite la interpretación».