Esto se está yendo de las manos, como bien demuestra en este post, donde un usuario de cine vé como lo típico de antaño se está yendo por el retrete en cuanto a calidad de servicio, y del servicio en sí mismo. La crisis, dicen en Cinesa (especialmente en Mataró Parc). El caso es que han cerrado taquillas y han relegado la venta de entradas a los que venden chuches y palomitas, ahorrándose gente. Yo personalmente en Cinesa Festival Park no he visto esto.
Sí que es verdad que Cinesa adquirió AMC (la que originalmente creara las 20 salas en el centro comercial mencionado), y desde entonces algunas cosas han cambiado a mejor y otras a peor. El resto se han mantenido.
Al final de AMC, entre la escalada de precios y demás, ni siquiera los de AMC renovaban nada, ni las sillas que se caían a cachos. Mantenían el sitio limpio y estrenaban según distribuidores.
Desde que está Cinesa, se invirtió en tecnología: en las taquillas hay pantallas enormes con los horarios. Han cambiado la moqueta que había en todas los distribuidores del edifició antes de las salas por baldosas (más fáciles de mantener y limpiar). Los proyectores también se han modernizado (todo digital).
Ahora encima tenemos escalada de precios y de IVA.
El tema, que me estoy yendo por las ramas, es que antaño en AMC empezaron con 8 taquillas con 8 personas vendiendo. Ahora, y desde hace tiempo, solo hay 4.
Lo que intento decir es que no estoy criticando eso, dado que seguro que habrán hecho estudios y lo habrán mirado para saber qué número ideal de personas es necesaria. Pero si uno quiere eficiencia, es más factible poner máquinas expendedoras, como ya mencioné en un artículo en el que me quejaba de la odisea de comprar entradas en un cine.
No es que quiera decir que sea la solución a todo, pero en este caso es una solución válida y hay que adaptarse o morir. Y no lo están pillando, ni en servicio, ni en producto…