Smokey and the Bandit («Los caraduras», en España) es un clásico del género de las road movies. Los guiones de esa trilogía no podían ser menos elaborados: Burt Reynolds (Bandit) tiene que abrir camino y distraer a las policías estatales (los «smokey») para que su cómplice pueda pasar de un estado a otro un trailer lleno de cerveza de contrabando. Sí, es todo muy redneck. En el film, Bandit conduce un Pontiac TransAm, que esta semana sale a subasta.
El coche en cuestión es un TransAm de 1977, idéntico al de la película: color negro, pájaro en llamas y dorado en el capó, líneas doradas y llantas doradas. Hasta está el nombre de Bandit en la puerta. El motor es un V8 de 400 ci, es decir 6.55 litros, con carburador de cuatro cuerpos que va asociado a un cambio automático. Y ha sido propiedad del mismísimo Burt Reynolds.
Sin embargo, para los fans de la película el coche podría tener una pega. Y es que no es uno de los que se usaron en la película. Si bien fue propiedad de Reynolds, fue un coche utilizado para fines promocionales durante el lanzamiento de la película.
Si bien algunos fans de la cinta quedaran decepcionados, a los del actor no les supone ningún problema. La subasta de objetos que han pertenecido a Reynolds se celebrará los próximos 11 y 12 de diciembre, pero las pujas ya están abiertas on line. Y el TransAm ya supera los 120.000 $.
Noticia de Autoblog