Aquellas primeras películas no se nos olvidarán jamás. Cuando éramos niños el sólo hecho de ir al cine era toda una excursión. Entrábamos a la sala como el que va a un parque de atracciones, con nuestras chucherías favoritas y con los nervios típicos por la emoción. Fantasía, aventuras, humor, incluso terror que se convertían, ante los ojos del niño, en parte de sus recuerdos más emocionantes.
Hoy recordamos aquellas primeras películas que nos hicieron más feliz la infancia y que hoy aún vemos con emoción. Veinticinco películas que has tenido que ver si tienes más de treinta años.