Se suele hablar de las dos versiones que siempre tiene cada historia. Pero la realidad es que el cine siempre nos cuenta una, la de los buenos. Paul Johnson se propuso darle una vuelta de tuerca al asunto y contar Star Wars aplicando esa lógica a la inversa. El resultado es absolutamente espectacular.
No es espectacular en el sentido vano de la palabra, en el sentido tibio, espectacular en el sentido de que son los mejores 8 minutos que vas a invertir hoy en internet. Lo tiene todo: el estilo de animación japonés de los años 80 y una banda sonora increíble. No hay, de hecho, ningún actor de doblaje, lo único que suena es algo parecido a Yngwie Malmsteen dándole duro a la guitarra.
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