Como amigo personal del presidente ruso Vladimir Putin, el actor recibió una oferta para actuar como intermediario del país ante Estados Unidos y aliviar las tensiones.
Si hay algo que caracterice a los personajes que Steven Seagal encarnó durante su carrera como héroe de acción cinematográfico, además de su habilidad para las artes marciales, su impresionante presencia física y su capacidad para escapar ileso de tiroteos y explosiones, es que no se llevaban demasiado bien con los rusos. Estos morían de a decenas en varias de sus películas, como La venganza del asesino o en Amanecer negro.
Pero en realidad, la relación de Seagal con Rusia es amistosa. Por la vía paterna, el actor desciende de inmigrantes rusos y ha visitado el enorme país en varias ocasiones. Primero lo hizo como invitado a festivales de cine y, luego, por razones de negocios, así como por un gusto adquirido por el país.
A raíz de eso, Seagal tiene varios amigos que ocupan cargos elevados en la política y en el campo de la seguridad rusa, entre los que se cuenta nada menos que el presidente Vladimir Putin. En una entrevista con el periódico Moscow Times, el actor calificó al político como “un hermano” y afirmó que se trata de “uno de los más grandes líderes mundiales”.
Esa relación, que no tiene nada que envidiarle a la amistad entre el exbasquetbolista estadounidense Dennis Rodman y el dictador norcoreano Kim Jong-Un, ha sido aprovechada por Putin. En los últimos días se dio a conocer que en 2013, luego de una reunión bilateral con su par estadounidense, Barack Obama, Putin propuso que el veterano actor actuara como cónsul honorario de Rusia, estableciéndose como un nexo entre ambos países.
Según el sitio de noticias virales Buzzfeed, que informó sobre el hecho, tanto Obama como sus acompañantes diplomáticos quedaron “atónitos” ante la ocurrencia del líder ruso.
Esa reunión no tuvo un final feliz y luego, con el rechazo del gobierno ruso de estampar la firma en un tratado de reducción de armamento y el hecho de que hayan recibido a Edward Snowden luego de que diera a conocer secretos de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, no hubo más encuentros oficiales entre ambos países. Por ende, la oferta de Putin de establecer a Seagal como enlace diplomático no ha tenido respuesta.
Fiona Hill, coautora del libro Mr. Putin, sobre la figura del mandatario, y exagente de inteligencia, aseguró a Buzzfeed que intentó en su momento convencer a la diplomacia estadounidense para enviar a Arnold Schwarzenegger como embajador a Rusia. Para el mandatario, la fama del actor de Terminator, su manejo fluido del alemán (idioma que Putin también maneja) y su imagen de “macho” eran buenas cualidades. “Sería muy difícil intimidar a alguien como Shwarzenegger”, dijo Hill.
Una relación increíble
Seagal y Putin comparten varios gustos y características. Ambos nacieron en 1952, son maestros de artes marciales (Putin en judo, Seagal en aikido) y, según los voceros del presidente ruso, Putin ha visto varias de las películas del hoy decaído actor de acción.
Seagal, en su momento una de las estrellas más taquilleras y actualmente actor de películas de bajo presupuesto que se lanzan directamente en video –quien incorporó a su imponente físico unos cuantos quilos y una barba candado–, ha loado a Putin ante los medios cada vez que pudo. Eso se acentuó de forma particular durante la crisis de Crimea, en la que calificó el accionar de Putin como “muy razonable” ante la cadena estatal Russia Today.
De hecho, en 2014 Seagal visitó la ciudad ucraniana de Sebastopol, en la penísula anexada por Rusia de Crimea, para participar en un espectáculo musical, pues el actor también es cantante y guitarrista. Su sola presencia era un apoyo explícito a la política internacional de Putin.