Seguro que muchos de vosotros jugais a los videojuegos para PC de nueva hornada, aparte de ver pelis o series en el ordenador. Esto que os vamos a contar quizás os interese.
Hoy empezaremos por elegir los mejores componentes para montar un PC para jugar por 400 euros, un presupuesto muy habitual y con el que podríamos comprar, de hecho, una consola de nueva generación, pero que a su vez nos permite acceder a un equipo de sobremesa bastante capaz.
¿Qué podremos conseguir con este equipo? Pues jugar a 1080p sin problemas, con un buen nivel de calidad y una fluidez garantizada incluso en los últimos juegos del mercado.
Sin más nos ponemos manos a la obra.
Plataforma
Nuestro presupuesto es bastante limitado y por ello rechazamos de plano a Intel, ya que de lo contrario nos limitaría a dos opciones: montar un equipo sin procesador de cuatro núcleos reales o uno con cuatro núcleos reales sacrificando calidad en otros componentes vitales, como la tarjeta gráfica.
Esto, unido a lo ajustado del presupuesto, la excelente relación calidad-precio que ofrece AMD y a la confirmada tendencia al aprovechamiento multinúcleo que seguirá la industria nos lleva a decantarnos por la plataforma AM3+ del gigante rojo.
Con esta decisión tenemos acceso a procesadores multinúcleo capaces de ofrecer un buen rendimiento sin necesidad de dar un gran bocado a nuestro presupuesto, de forma que no habrá que sacrificar calidad en otros componentes.
Placa base
Hemos optado por una GIGABYTE GA-970A-DS3P, ya que tiene una calidad de construcción excelente y en general es muy completa, pero a su vez tiene un precio asequible.
Entre sus principales características destaca:
- Construcción UltraDurable 4.
- Soporte de CrossFire X (dos tarjetas gráficas), aunque con segundo slot x4.
- Hasta 32 GB de memoria DDR3 a 2.000 MHz.
Como vemos cumple más que de sobra con todo lo que podemos llegar a necesitar hoy y mañana. Su relación calidad-precio es por tanto excelente.
Precio: 65,50 euros.
Procesador
Ha sido sin duda una de las elecciones más complicadas, incluso a pesar de tener claro que nos movíamos dentro de los límites del socket AM3+ de AMD.
Los dos grandes candidatos entre los que hemos tenido que decidir han sido los FX-8320 y los FX-6300, el primero integra cuatro módulos completos y ocho núcleos, mientras que el segundo integra tres módulos completos y seis núcleos.
La diferencia entre ambos es de casi cuarenta euros, pero a nivel de rendimiento en juegos la diferencia entre ambos es casi nula, salvo casos muy concretos, por lo que finalmente hemos optado por el FX-6300.
Este procesador tiene unas frecuencias de trabajo de 3,5 GHz-4,1 GHz en modo normal y turbo y es capaz de brillar con luz propia en juegos tan exigentes como Crysis 3 y Metro Last Light,, por poner unos ejemplos muy conocidos.
Precio: 102 euros.
Memoria RAM
Tenemos dos de los puntos más complicados resueltos, y pasamos a elegir otro componente importante, la RAM. De nuevo buscamos un equilibrio razonable entre precio-prestaciones, y en base al mismo elegimos un módulo de 8 GB HyperX Savage de Kingston.
Con esto sacrificamos el modo de doble canal, pero esto no marca una diferencia en juegos y sin embargo nos reporta beneficios importantes, como facilitarnos la ampliación con otro módulo de 8 GB en un futuro, por ejemplo.
Sus latencias son CL9 y tiene una frecuencia de trabajo de 1.600 MHz, además de un cuerpo de disipación de alta calidad.
Precio: 51,50 euros.
Almacenamiento
Dado lo limitado que resulta el presupuesto descartamos el uso de un SSD y nos decantamos por un HDD convencional, cuyo tamaño será de 1 TB, capacidad más que suficiente para cualquier usuario medio.
Este punto es quizá uno de los más sencillos, ya que entre toda la oferta actual la opción más equilibrada es el WD Blue de 1 TB SATA III.
Con este HDD tendremos acceso a un buen nivel de rendimiento y alta capacidad sin gastar mucho dinero, ya que tiene una velocidad de giro de 7.200 RPM y 64 MB de caché.
Precio: 51 euros.
Tarjeta gráfica
El presupuesto se agota y tenemos que elegir dentro de nuestras posibilidades, lo que hace este punto, uno de los más importantes dado el objetivo del equipo, sea uno de los más complicados.
Tras mucho pensar hemos optado por la GTX 750 modelo GIGABYTE N750OC-2GL, una versión de perfil bajo que ofrece un excelente rendimiento, un bajo consumo y tiene un precio muy asequible.
Este modelo concreto tiene las siguientes características:
- 512 shaders, basada en Maxwell.
- 32 unidades de textura.
- 16 unidades raster.
- 1.059 MHz-1.137 MHz de frecuencia en la GPU, modo normal y turbo.
- TDP de 55W.
- Bus de 128 bits.
- 2 GB de GDDR5 a 5 GHz.
Con ella podremos cumplir nuestro objetivo de jugar en 1080p sin problemas.
Precio: 114,93 euros.
Caja y fuente de alimentación
Teniendo en cuenta lo que nos queda del presupuesto y las demandas energéticas de nuestro equipo, que gracias al uso de la GTX 750 son extremadamente bajas, hemos optado por una caja con fuente genérica integrada.
En concreto nos decantamos por la L-Link Shadow, que cuenta con un diseño bastante cuidado y monta una fuente de 500W que nos permitirá disfrutar sin problemas de nuestro equipo.
Precio: 29,95 euros.
Notas finales
Con estos componentes tenemos un precio final de 414,45 euros, un poco por encima del presupuesto que nos hemos fijado pero nada que no podamos tolerar.
Por ese dinero hemos montado un equipo que nos permite jugar en 1080p y calidades medias o altas, según el juego, llegando incluso a ultra en juegos menos exigentes.
Hemos prescindido de la unidad óptica de DVD porque su uso ha decaído enormemente, así que preferimos dejarla como algo opcional. En caso de que queráis una debéis añadir 15 euros al precio final.
Os dejamos un listado con algunas pruebas reales para que veáis de qué es capaz este modesto equipo:
- Metro Last Light en alto y 1080p: 32 FPS de media.
- Bioshock Infinite en ultra y 1080p: 51 FPS de media.
- Battlefield 4 en alto y 1080p: 42 FPS de media.
- Crysis 3 en calidad media, con FXAA y 1080p: 45 FPS de media.
- Hitman Absolution en calidad ultra y 1080p: 38 FPS de media.