Su risa resulta escalofriante. Cuando Robert Englund (California, 1947) se ríe mucha gente no puede evitar sentir terror. Esa carcajada no se dobló al castellano en Pesadilla en Elm Street de Wes Craven por lo que cuando estalla, Englund suena a Freddy Krueger. Han pasado 27 años desde que ese tipo con un jersey harapiento de rayas rojas y verdes, sombrero y un guante de afiladas navajas deambulaba, cargado de ironía y gore, por los sueños de los adolescentes de Elm Street. Y aunque solo ocho de las 75 películas en las que ha participado el actor aparecía el hombre de los sueños, su voz, su imagen y su nombre siguen asociados al asesino. Gajes de un icono de terror en la era pop. En su última película, De mayor quiero ser soldado (estreno 21 octubre), ha rodado en España dirigido por Christian Molina. Puede que ahora Englund quiera ir de indie pero hemos venido a ver a Krueger.