Publicado el lunes 29 agosto 2011
HARRISON FORD
`Tengo fama de gruñón, y no me la merezco. ¡cuento muy buenos chistes´
No me encuentro bien. tengo catarro», dice harrison ford, frunciendo el ceño, mientras se toma una aspirina y da un trago a una botella de agua.
No es una buena noticia. a ford no le gustan las entrevistas y arrastra una reputación de arisco y cascarrabias que hace ponerse en guardia a cualquier periodista. Si, además, está resfriado… pero no. Hoy, el actor está dispuesto a quitarse su -dice- inmerecida fama de gruñón. Intenta ser locuaz y prueba a sonreír, aunque el amago se queda en esa famosa mueca con el labio torcido que es su manera de hacer notar que algo le ha hecho gracia, pero tampoco mucha. Una vez que comienza la conversación, hasta se relaja y cuenta un chiste. Todo, con esa expresión de tipo duro que lo ha convertido en un mito vivo del cine. Ahora vuelve a ser carne de taquillazo en Cowboys & Aliens, donde interpreta a un coronel que gobierna un pueblo del salvaje Oeste con mano de hierro hasta que los extraterrestres deciden invadirlo.