La productora Miramax, famosa por la producción y distribución de películas, cierra hoy sus puertas. Creada a finales de los 70 por los hermanos Weinstein (fundadores de Weinstein Company -Malditos Bastardos- tras la venta de Miramax a Disney) y famosa por su respaldo al cine indie. Es responsable de películas como Pulp Fiction, El Indomable Will Hunting, Kill Bill, entre otras.
“Hermanos quinquis de Nueva York crean un estudio y le ponen el nombre de sus padres. Se lo curran para conservar la compañía, amenazan a socios de negocios, seducen a cineastas y se gastan toneladas de dinero en campañas para los Oscar. Después, llega la venta a Disney: el éxito, los Oscars, el gasto exagerado, la pérdida de identidad, los intentos desesperados de reconciliarse con Michael Eisner tras el amargo divorcio, la sutil compra por parte de Daniel Battsek, quien terminó siendo aplastado por Disney. Dick Cook, de la Disney, prometió que el estudio seguiría, pero ahora Cook se ha ido, Ahora, todo depende de Rich Ross, quien preparó el final: el despido de la plantilla actual y el reinicio de la marca Miramax como parte de un estudio Disney, centrado en un futuro digital, con grandes marcas globales”.
Algunas películas de Miramax: Sexo, mentiras y cintas de vídeo, Pulp Fiction, El Piano, Clerks, El Paciente Inglés, Sheakespeare in Love, Juego de Lágrimas, El Talento de Mr. Ripley, Chicago.
Kevin Smith sobre Miramax: “Era mucho más que una fábrica de chicos malos. Era el Olimpo del siglo XX. Y durante una breve etapa, fue un lugar de magia y maravillas. Estoy destrozado tras ver cómo ha pasado a la historia, porque debo todo lo que tengo a Miramax. Sin ellos, todavía sería un dependiente de Nueva Jersey. De verdad, no sólo en mi cabeza”.
Ochenta personas han sido finiquitadas y varios films en producción auspiciados por la compañía están en peligro. Harvey Weinstein afirma “sentirse nostálgico”. “Las películas que he hecho con mi hermano Bob perdurarán bajo la dirección de Battsek. Miramax tiene a gente estupenda dentro de la organización y estoy seguro de que conseguirán grandes cosas en la industria”.
El nombre de la empresa vale 1.500 millones de dólares. Las posibilidades de que los Weinstein puedan recomprarlo son prácticamente inexistentes.
Texto de Las Horas Perdidas.
Via | Meneame